Si todavía no forman parte de tu dieta es necesario que los incluyas, porque los frutos rojos son un tesoro de vitaminas y propiedades.
También llamados frutos del bosque, son, principalmente bayas, que destacan por su color intenso en su piel o en su interior. Aunque no son frutas que estén tan presentes en la compra habitual, como las manzanas o los plátanos, cada vez los vemos más y los podemos encontrar durante casi todo el año.
Son ideales para tomar con yogur, con cereales en el desayuno, en ensaladas, batidos y postres, pero también en salsas para acompañar a los platos de carne.
Los beneficios de los frutos rojos
Cuanto más intenso sea el color, mayor será su valor nutricional. Los arándanos, frambuesas, fresas, zarzamoras, cerezas, grosellas, ciruelas rojas y moras son las principales variedades. Sus principales propiedades son:
- Propiedades antioxidantes. Los flavonoides, compuestos bioactivos presentes en los frutos rojos y que intervienen en las propiedades sensoriales de estas frutas, tienen una alta concentración de antioxidantes, muy beneficiosos para el organismo.
- Cuidan de la piel. Los frutos rojos, al poseer gran cantidad de antioxidantes, combaten los radicales libres responsables de la degeneración celular y, por tanto, el envejecimiento de la piel.
- Cuidan del corazón. Estos frutos son muy buenos para el corazón, ya que contienen altas cantidades de polifenoles, flavonoides y antocianinas. Diversos estudios han atribuido a estos componentes propiedades preventivas en la salud cardíaca y coronaria.
- Gran cantidad de vitaminas. Los frutos rojos son una gran fuente de vitaminas. Por ejemplo, las fresas son ricas en vitamina C y B, los arándanos en C, y las moras en C y E, además de estar repletas de diferentes minerales como el potasio, el calcio, el hierro o el fósforo.
- Algunos de ellos, como los arándanos, se utilizan como tratamiento para diferentes enfermedades urinarias y, además, sus propiedades antioxidantes los hacen protectores de las capacidades cognitivas y de la vista.
- Ayudan a reducir el colesterol «malo«. Las moras, evitan que las lipoproteínas de baja densidad transporten el colesterol desde el hígado a todas las células del cuerpo. Además, mejoran la circulación sanguínea.
- Las fresas poseen un bajo índice glucémico, por lo que las dietas de enfermos de diabetes las aceptan bien. Además, las fresas aportan una gran cantidad de agua al organismo, por lo que ayudan a eliminar los líquidos. También colaboran en la regulación del azúcar en sangre.
Y por si todo esto fuera poco, ¡los frutos rojos son deliciosos! Van bien a cualquier hora del día. Te recomendamos incluirlos en tu dieta diaria, y comprobar los beneficios que te aportan